Bajo la enorme carpa del nuevo proceso de paz, el director de orquesta Juan Manuel Santos presentó el nuevo show que tendrá en vilo a toda Colombia durante la próxima temporada de espectáculos.
Ante la atenta mirada del público, Juan Manuel sacó un enorme látigo y estuvo acercándose sin miedo a las fieras de las FARC que fueron desfilando una a una, mostrando los dientes. Ante el asombro del respetable, fue dejando a las más peligrosas tras las rejas hasta cerrar la jaula, y a las más dóciles las dejó libres para continuar el espectáculo. Hubo aplausos generalizados.
Más tarde, unos congresistas trajeron micos amaestrados que estuvieron haciendo monerías y burlándose de la gente. Unos cuantos lagartos se pasearon con un coctel en la mano, haciendo caso omiso de todo el show. Los animales interactuaron con los congresistas, saltando en la cuerda floja, hasta que cayeron en una red traída por los miembros del gabinete ministerial.
Para el siguiente espectáculo, Álvaro Uribe se presentó con un enorme cañón y estuvo disparando trinos antes de hacer su presentación como “el hombre bala”. Hubo pánico entre el público cuando el ex presidente salió disparado fuera del escenario, pero volvió a aparecer varias veces, entre risas, abucheos y algunos aplausos de los espectadores.
Durante el intermedio, Lucho Garzón estuvo repartiendo trago entre los asistentes. Por cada uno que daba, se tomaba otro. Terminó con una fanfarria y no salió más.
Tras la pausa, se presentaron Julo Sánchez Cristo, Vicky Dávila y Pachito Santos subidos cada uno en una chiva diferente. Hicieron carreras a ver quién llegaba primero. Luego se montaron la chiva en hombros, y se dieron cabezazos, sin caerse.
En el siguiente acto, se presentó Antanas Mockus vestido de payaso y subido en una cebra. Estuvo contando chistes verdes, pero empezó a confundir los finales. Aun así, a la gente le gustó, y se marchó entre aplausos. Samper trajo elefantes, pero lo atacaron a sus espaldas, y lo hicieron correr un rato haciendo las delicias del público.
Los honorables miembros de la Corte Suprema de Justicia vinieron cargados de leyes. A unas las inflaron, otras las estiraron y al resto les cambiaron la forma. Luego, hicieron malabares con ellas, tirándolas a lo alto a ver dónde caían. Presentaron un par de demandas y se marcharon. Causaron mucho revuelo y se fueron precipitadamente.
En un gran final, Juan Manuel Santos volvió a aparecer con distintas fieras de las FARC y los paramilitares bailando juntos un vallenato, cogidos de la mano. El honorable director anunció que todo está listo para el próximo espectáculo, que durará otros cuatro años.
¡No se lo pierdan!
